Monday, January 14, 2008

Del Redondeo...a la sútil discriminación contra el pensamiento de las mujeres críticas

El ya tan llevado y traído redondeo me tiene hasta la madre.

Ahora los cajeros ni te preguntan si quieres redondear, lo dan por sentado que al cabo es más fácil no dar cambio y supongo que sus jefes les miden que tanto redondeo recogen.

Me cagan las monedas como alguna vez dijo Aldrete. Hacen ruido en el pantalon cuando caminas, pesan, te dejan las manos oliendo mal, y no alcanzan para comprar nada. Deberían de quitarlas, que al cabo 21.90 o 21.50 es 22.00 pesos entonces no nos quieran engañar señores mercadotecnistas. Pero son mis molestas monedas y no aprecio que de buenas a primeras me redondeen a la fuerza.

Para empezar nunca me aclararon la duda que si los minoristas pueden deducir impuestos de nuestras donaciones, al menos no de manera satisfactoria. Que lástima que nada más queremos encontrarle tres pies a la gata, pero así es.

Me cuesta creer que la ANTAD y todos sus compinches hagan esto por la puritita bondad de su corazón. Mínimo se están alzando el cuello con lana que no es de ellos.

Aparte, aunque me tachen de cruel, ¿porqué ha de decidir alguien más por mi si voy a donar o no, y a qué instituciones dono mi cambio?

Claro nadie quiere quitarle la sopa a los niños de la casa-hogar fulana de tal, pero la mayor parte de las veces ni siquiera sabes cuál es la insititución de la semana.

Hay varias razones por las que quiero escoger personalmente a la insitutición, en caso de hacer una donación. Hay causas más cercanas a mí; hay causas menos populares pero no por eso menos merecedoras; hay instituciones que tienen mucha burocracia; hay unas que dedican su presupuesto a actividades en las que estoy en contra.

Es muy popular donar a orfanatorios, pero no a las casas de ancianos. Si vas a donar tiempo o dinero, los niños son más atractivos, a la mera hora alguien más les donará a ellos pero puede que nadie dé de si para un anciano.

Es muy en onda donar para la Fundación Cima. Pero hay cánceres que matan a más personas, que necesitan más de tí, aunque no sean tan glamourosos. Ahora si hay una razón más personal para donar para el cáncer de mama, adelante.

Si lo que queremos es causar el mayor impacto posible con la menor inversión posible, como los economistas, hay miles de personas que mueren cada año por falta de agua potable o por enfermedades enteramente prevenibles y/o curables como la malaria o la tuberculosis.

La Fundación de Bill y Melinda Gates escoge causas donde puedan mejorar la vida del mayor número de personas posible, y causas que han sido dejadas de lado en el pasado. Por eso ellos no dan dinero para el American Cancer Society pero sí para erradicar el SIDA, la malaria, la tuberculosis, y la educación media en Estados Unidos. No son causas muy sexys, pero sí son importantes.

Volviendo a los cincuenta centavos del Seven y el Soriana, no donaría para que evangelizaran. Tampoco donaría a una institución que predicara abstinencia si no acompañara ese sermón de una sana y abierta educación sexual enfocada a prevención y control natal. Me vale madre que piensen que es derrotista repartir condones mientras aconsejan esperarse. Los condones salvan vidas. ¿Sabían que por un tiempo Soriana redondeaba para la asociación de Martha Sahagún, Vamos México?

De las pocas instituciones religiosas a las que admiro está Cáritas, porque pienso que son efectivos y no pierden mucho tiempo con demagogia. En cambio la Cruz Roja de México está tan enlodada que uno no sabe si la donación termina en una ambulancia o el bolsillo de alguien. ¿Qué sólo son dos pesos? Pues súmale los dos pesos de todos y no es tan despreciable, mejor que vaya a algo útil, ¿no?

Conocía alguien que cada vez que quería cigarros, fritos o sodas, hacía coperacha en toda la oficina, pidiendo tres pesos. Su pitch era que tú no alcanzabas a comprar nada con tres pesos hoy en día, no lo ibas a extrañar y en cambio si le podíar ayudar a comer ese día porque no traía dinero. Pues así juntaba fácil cuarenta pesos todos los días, porque eramos muchísimos en ese piso y con diez o quince personas que le dieran ese día, era suficiente. Al chico no le daba pena, esa era su clave.

Tal vez nada que ver, tal vez soy una grinch amarguetas que prefiere no hacer nada por temor a que no sea la acción correcta. Pero hay muchas cosas que nos venden como "buenas" y "nobles" que nadie puede criticar sin que se le echen encima a uno. La Iglesia Católica y la Madre Teresa.

Pero nadie es perfecto, y si no hacemos una crítica seguirán estas instituciones que le dicen a las mujeres que hay que tener "los hijos que Dios quiera" y les dicen que el condón es del diablo, y entonces tienes a la sobrepoblación en la India, África y México que las Marthas de este mundo defienden con el texto chingado de que a quien recomendarías abortar, a la madre soltera, la que tiene sífilis etc, y luego salen con que asesinaste a Jesucristo, Beethoven y a Gerald Ford.

Que no nos de miedo pensar lo que decimos y decir lo que pensamos, y que no nos asustemos si nos tachan de arrogantes por ser nosotras mismas.

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